Entrevista dirigida por Gema López Albendea, licenciada en periodismo y colaboradora de Diario Médico, Correo Farmacéutico y Cuídate Plus, hacia Claudia Navarro Requena, Project Manager Científica de Roka Furadada, experta en la seguridad y eficacia de ingredientes cosméticos.
Los ingredientes de las cremas solares que protegen del sol son los filtros solares, gracias a que absorben o reflejan la radiación solar. En el Anexo VI del Reglamento (CE) No12232009 se especifican qué filtros se pueden usar en las cremas solares y su concentración máxima de uso.
Sí, en función de las características de la piel son más apropiados unos ingredientes que otros. Por ejemplo, para pieles secas es recomendable que la formulación contenga más emolientes. En cambio, para pieles con tendencia acneica se tienen que evitar ingredientes comedogénicos, ya que éstos pueden obstruir los poros de la piel y provocar la formación de granos, espinillas y puntos negros.
En el caso de personas con alteraciones en la función barrera de la piel, como piel atópica, es importante el uso de productos con capacidad hidratante que ayuden a restaurar la función barrera. Además, pieles con este tipo de alteración permiten una mayor penetración de los ingredientes de las cremas, incluyendo los compuestos alergénicos. Por esta razón, es importante que los productos para pieles sensibles eviten o reduzcan lo máximo posible la presencia de compuestos alergénicos. Esto también aplica para pieles de bebés y niños que, al ser más delgadas, permiten una mayor penetración de los compuestos y, por tanto, un mayor potencial de toxicidad.
Querría empezar remarcando que los productos cosméticos que hay en el mercado europeo son seguros para la mayor parte de consumidores. En principio, todos los productos deberían seguir el reglamento (CE) Nº 1223/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo, que prohíbe el uso de determinados ingredientes y marca una concentración máxima de uso para otros ingredientes que podrían causar algún daño. A pesar de esto, un pequeño porcentaje de usuarios experimenta problemas debido a una combinación de factores que pueden implicar las características de su piel, el estilo de vida, factores endógenos y factores ambientales.
Uno de los problemas más comunes que presentan algunos ingredientes de las cremas solares es el de las alergias. Éstas se producen cuando nuestro cuerpo detecta un compuesto como enemigo y provoca una respuesta inmunitaria descontrolada para librarse de él. Los ingredientes que pueden activar nuestro sistema inmunitario de esta forma se conocen como alérgenos. Dentro de los ingredientes que contienen los productos fotoprotectores, los alérgenos más comunes son sobre todo ciertos conservantes, fragancias, y filtros solares.
Si hablamos específicamente de los filtros solares, cabe destacar que los filtros inorgánicos, etiquetados como ZINC OXIDE y TITANIUM DIOXIDE, presentan un bajo potencial alergénico, debido a que, por su tamaño, no pueden penetrar la piel. Los filtros orgánicos, en cambio, presentan un mayor riesgo, especialmente en pieles con algún tipo de alteración de la función barrera. Dentro de este grupo de filtros, la BENZOPHENONE-3 es la causante de la mayor parte de alergias y fotoalergias por el uso de cremas solares .1
Hay una gran polémica respecto al impacto de ciertos filtros solares sobre el medio ambiente. Se ha extendido la creencia de que algunos de los filtros químicos pueden tener diferentes efectos toxicológicos sobre el coral y otros organismos acuáticos, y de que los filtros inorgánicos son seguros y no presentan ningún efecto. Tanto es así que desde 2020, algunos estados de los Estados Unidos de América y ciertos países, como la República de Palau, han prohibido la venta de cremas solares que contienen determinados filtros orgánicos, especialmente los filtros etiquetados como BENZOPHENONE-3, ETHYLHEXYL METHOXYCINNAMATE, OCTOCRYLENE y 4-METHYLBENZYLCATHINONE. Sin embargo, estas prohibiciones se han basado más en la mala prensa que tienen estos filtros entre los consumidores que en evidencias científicas.
A pesar de que existen guías para testar la ecotoxicidad de los compuestos, no hay un protocolo bien definido y estandarizado para testar el efecto de los filtros solares sobre los organismos acuáticos marinos. Sin bien varios estudios han demostrado que los filtros previamente mencionados presentan niveles de toxicidad más elevados que otros, hay que destacar que los filtros de tipo inorgánico, concretamente los de tipo ZINC OXIDE sin recubrimiento, también pueden ser perjudiciales.
Hoy en día, las etiquetas de las cremas solares que mencionan su respeto con el medio ambiente no se basan en un criterio o protocolo científico establecido, sino más bien en el hecho de que no contienen ciertos filtros que los consumidores perciben como tóxicos para el medio ambiente. Las agencias regulatorias de cosméticos tienen la tarea pendiente de definir este protocolo para que las empresas puedan etiquetar sus productos como ecorespetuosos bajo un criterio científico. 2
1https://www.actasdermo.org/es-oxybenzone-solar-filters-in-general-articulo-S157821901830194X
2https://enveurope.springeropen.com/articles/10.1186/s12302-021-00515-w